domingo, 13 de enero de 2013

De vez en cuando


Todo llega y así mismo, todo pasa. Con el amor ocurre lo mismo, tan pronto entra en tu vida para dibujar una sonrisa tonta en tu cara, como se va para dejar una lágrima recorriendo tu mejilla que acaba dejando una cicatriz en el alma. Amores de fin de semana, amores vendidos que curan por un momento la soledad que llevas anclada a tu espalda. No son más que diversiones fugaces que dejan en el aire el olor de una fragancia barata. Amores más duraderos que deseas que sean eternos. De los que te resistes a ver el final, como no lo haces cuando desde el horizonte miras al mar. Amores tan candentes como la llama de una vela que, tarde o temprano se apaga. Amores como melodías que alegran los días y dan vida a las noches de juegos en la cama. Melodías que quieres volver a oír cuando acaban. Amores como fotografías que reflejan momentos felices que difícilmente se rescatan. Quedando colgadas en la pared del recuerdo y que o bien te dan ánimo en épocas difíciles o  que se clavan como espadas. Amores como el viento que, volando pasa, juega con tu pelo y al minuto deja todo en calma. Amores como el sol que acaricia tu piel en épocas cálidas, en los días de verano y en las noches estrelladas. Que se tornan frías tardes con espesas nubes que dejan ecos de lo que esperabas. Gélidas noches de invierno donde el frío aparece de la nada. Como la explosión de un volcán que todo lo devasta. Como un fuego artificial que alumbra por un momento el cielo pero que pronto se apaga, dejando negrura y una sensación desolada. Amores que crecen con tiernas miradas, los mismos que son matados con huecas palabras. Amores de ensueño de película que duran lo que dura la cinta, desgastada de tantas veces que con ser la protagonista soñabas. Todo llega, todo se termina y te deja esa sensación de haber vivido un sueño. Pero, esos sueños son los que hacen que nos levantemos con una sonrisa de la cama. Por eso, disfruta tu pequeño rayo de luz para tener algo a lo que agarrarte en la oscuridad. No dejes que se muera la ilusión aunque tengas que vivir en medio de la realidad. No te olvides de alimentar de vez en cuando al corazón.
 

2 comentarios:

  1. Al fin y al cabo, somos lo que somos gracias, en parte, a los amores que hemos vivido, los que vivimos y los que viviremos.
    Te sigo.
    PD: Te invito a dejarte caer por mis blogs: relatos cortos jamás contados y reflexiones sobre el mundo y yo mismo :) . Espero que te gusten

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  2. Todos vivimos por lo sueños, y el amor es quizás la parte mas importante de nosotros mismos...
    Un beso, me paso ♥
    PD: Aprende a bailar bajo la lluvia

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