Todo llega y así mismo, todo
pasa. Con el amor ocurre lo mismo, tan pronto entra en tu vida para dibujar una
sonrisa tonta en tu cara, como se va para dejar una lágrima recorriendo tu
mejilla que acaba dejando una cicatriz en el alma. Amores de fin de semana,
amores vendidos que curan por un momento la soledad que llevas anclada a tu
espalda. No son más que diversiones fugaces que dejan en el aire el olor de una
fragancia barata. Amores más duraderos que deseas que sean eternos. De los que te
resistes a ver el final, como no lo haces cuando desde el horizonte miras al
mar. Amores tan candentes como la llama de una vela que, tarde o temprano se
apaga. Amores como melodías que alegran los días y dan vida a las noches de
juegos en la cama. Melodías que quieres volver a oír cuando acaban. Amores como
fotografías que reflejan momentos felices que difícilmente se rescatan.
Quedando colgadas en la pared del recuerdo y que o bien te dan ánimo en épocas
difíciles o que se clavan como espadas.
Amores como el viento que, volando pasa, juega con tu pelo y al minuto deja
todo en calma. Amores como el sol que acaricia tu piel en épocas cálidas, en
los días de verano y en las noches estrelladas. Que se tornan frías tardes con
espesas nubes que dejan ecos de lo que esperabas. Gélidas noches de invierno
donde el frío aparece de la nada. Como la explosión de un volcán que todo lo
devasta. Como un fuego artificial que alumbra por un momento el cielo pero que
pronto se apaga, dejando negrura y una sensación desolada. Amores que crecen
con tiernas miradas, los mismos que son matados con huecas palabras. Amores de
ensueño de película que duran lo que dura la cinta, desgastada de tantas veces
que con ser la protagonista soñabas. Todo llega, todo se termina y te deja esa
sensación de haber vivido un sueño. Pero, esos sueños son los que hacen que nos
levantemos con una sonrisa de la cama. Por eso, disfruta tu pequeño rayo de luz
para tener algo a lo que agarrarte en la oscuridad. No dejes que se muera la
ilusión aunque tengas que vivir en medio de la realidad. No te olvides de
alimentar de vez en cuando al corazón.
Al fin y al cabo, somos lo que somos gracias, en parte, a los amores que hemos vivido, los que vivimos y los que viviremos.
ResponderEliminarTe sigo.
PD: Te invito a dejarte caer por mis blogs: relatos cortos jamás contados y reflexiones sobre el mundo y yo mismo :) . Espero que te gusten
Todos vivimos por lo sueños, y el amor es quizás la parte mas importante de nosotros mismos...
ResponderEliminarUn beso, me paso ♥
PD: Aprende a bailar bajo la lluvia