miércoles, 6 de marzo de 2013

El amor,cosa de dos

Desde pequeña me han contado que las cosas del amor son cosas de dos. En los cuentos siempre está la princesa y el príncipe, la parejita con su final feliz. En las bodas, el novio espera a la novia en el altar. Los viajes de novios siempre vienen con dos camas, con dos platos en la mesa o dos asientos, de avión o de trén, qué más da. El caso es que siempre que se habla de los enamorados se utilizan palabras en plural. Palabras como:"Ellos, los besos que se dan, cómo se quieren, como se miran, cómo se echan de menos" y un largo etcétera que implica una doble dirección. Pero, ¿dónde están las ofertas de cruceros para solteros, los bonitos hoteles con rosas y una cama individual? ¿dónde quedan los finales de película donde a ella no le van a buscar en carroza, en coche o que no acaba con un beso pasional, sino con amores con final?
Pero, esta no es toda la realidad. A veces, el amor es un sentimiento unidireccional. Uno es el que dice "te quiero" y le demuestra al otro que lo que dice lo siente de verdad. Que le extraña, que piensa en la otra persona a todas horas y que se da cuenta que desde que le conoce ya nada es igual. Hay amores que salen de un corazón sincero para quedarse vagando por el aire sin encontrar un amor de vuelta, sin un camino que recorrer y otro corazón al que poder llegar. Amores que se quedan más tristes que una carta sin contestar. Que las poesías sin dedicar. O que una cancion escrita que nunca se cantará.
Cuando tú eres siempre la parte que entrega, que muestra y que arriesga. Cuando todo eso se queda en vano, duele hasta decir basta, hasta perder las ganas de luchar. Hasta pedir por favor que no te vuelvas a enamorar. No hasta que llegue esa persona que te corresponda y que nunca te haga llorar. Esa que te dice que te quiere en su vida y que, de verdad hace lo posible, por no verte nunca marchar.
Un viaje para los enamorados solteros, que necesitan un respiro para poder sanar.