viernes, 8 de junio de 2012

No te rindas


Los niños cuando están aprendiendo a andar se caen una y otra vez pero no por eso abandonan en su intención.Y, finalmente empiezan a caminar.
Quizás deberíamos aprender de ellos y no dejarnos vencer. No deberíamos dejar que los fracasos nos hundan y seguir intentándolo una y otra vez, pues en un intento conseguiremos lo que perseguimos.
Pero ¿como hacerlo si ya no te queda animo? Lo más fácil es dejarlo todo de lado y quedarse en el suelo. En esa seguridad insulsa de que no perderás, pero tampoco ganarás.
A veces parece que todo lo que hagas no sirve de nada y, cansado de tanto sinsabor, te flaquean las fuerzas. Es entonces cuando surge la duda ¿y si solo te queda una para la certera? Si no lo intentas no lo sabrás y te quedaras pensando pero de ahí no pasaras, nunca lo tendrás...asi que por mucho que cueste, hay que seguir intentándolo...porque, algún día aprenderás a andar :)

sábado, 2 de junio de 2012

Optimismo real


La verdad que dar consejos es fácil, que estos sean buenos es ya otro cantar. Tampoco es muy difícil escuchar los que nos dan. Pero, ponerlos en práctica, eso es lo más difícil que hay. Todos tenemos ese sicólogo interior que ayuda a un amigo cuando está mal. ¿Quién no sabe las máximas referidas a la felicidad? Que si mira el vaso medio lleno, que si no te fijes en lo malo, que si hay que ser felices…haz esto o haz lo otro.  Es sencillo ver las flores cuando brilla el sol ahí fuera o distinguir los peces en el fondo del mar cuando reina en él la calma. No resulta complicado estar animado y animar cuando todo es una fiesta. Pero, la vida no es teoría, ni se está siempre arriba. Los libros nos dan cultura, y estudiar nos ayuda a saber más. Sin embargo, la vida no son ciencias exactas ni está hecha de literatura y palabras.

Vivir es caer y  levantarte, no hundirte en los fallos y aprender de tus errores. Y es en esos momentos cuando todo va mal cuando tiene valía ser optimista. Esto no quiere decir que vivas con ilusión siempre sino que no la pierdas por difíciles que se pongan las cosas. No significa estar siempre contento, es no perder la sonrisa a pesar de los problemas y no dejarse derrotar hasta hallar la solución y, si no existe, entonces buscar la mejor resignación. No buscar siempre la luz,  sino brillar por ti mismo en la más absoluta oscuridad. Ser optimista no es ver que todo es bueno sino que no hay mal que por bien no venga y que todo tiene su cara y su cruz. Saber seguir adelante y sacar una lección. Porque a base de palos y de practica es como se aprenden las lecciones de la vida. Lo difícil es estar hundido en el barro y salir de él, poder moverte por el túnel a oscuras aunque no veas la luz al final. No es lo mismo ser feliz que estar feliz. Nadie es feliz de manera constante pero esos ratos en los que lo está son los que dan la vida. Si no estuviera la noche, no apreciarías el día. Por eso alguien que ve las cosas bonitas cuando está feliz no es que sea optimista, eso es algo inherente a la felicidad. El verdadero luchador es aquel que sonríe en la adversidad. Sin embargo, si aun así no es infeliz es porque guarda la esperanza de encontrar el perfume de la rosa entre todas las espinas. Porque sabe que no hay mal que cien años dure.

Todos tenemos malas rachas, épocas en las que parece que una nube nos persigue constantemente y que no para de  llover sobre nosotros, o peor aun, en nuestro interior. Pero, no decaigas, porque no olvides que todos tenemos nuestros momentos de felicidad. Además, por muy feas que se pongan las cosas, siempre habrá una mano de alguien que esté brillando y nos guie en la oscuridad. Nunca estamos del todo solos. Y todo pozo tiene un agujero por el que salir. Son pequeñas pruebas que nos hacen más fuertes y nos enseñan lo que es la realidad. Por eso, si estás mal, recuerda que siempre después de la tormenta llega la calma y que aunque el sol esté oculto tras las nubes, nunca deja de brillar.