jueves, 9 de abril de 2015

Tierra mojada

Olores con sabor a nostalgia, a lluvia y tierra mojada. De esos que empapan el corazón de ternura, cotrarrestando la sequía mental de sueños cuando la razón empieza a secarse. A quedarse sin ganas por las penas pasadas, los golpes de cada caída, las heridas casi cicatrizadas.
Olores por la ciudad que traen a tu mente paseos  por el campo, tardes de verano, sonrisas que no costaba esfuerzo regalarlas. Que se pierden en botellas a la deriva, en el mar de sentimientos en los que ahora naufragas. Sentir que no espera nadie en casa. Que los abrazos otrora cálidos se han tornado frías dagas. Que apuñalan tu inocencia, acaban con tu cordura y parece que matan el amor que antes desbordaba.
Olores que pintan de colores recuerdos que se reflejan en tu mirada. Que tiñen la frustración con felicidad caducada. Y dejan en los ojos una sensación salada. De gotas que caen con fuerza refrescando un poco los temores y rencores, limpiando el alma. Que se llevan lejos la niñez dejando un rastro de alegría olvidada. Y te encuentras con un panorama que ni en tus pesadillas imaginabas.
Olores...a tierra mojada, que aconsejan que abras el paraguas porque va a empezar a llover en nada.