sábado, 31 de marzo de 2012

Dicen que una mirada vale más que mil palabras. Las vivencias de la vida me han demostrado lo acertado del dicho. Es verdad que muchas veces un silencio dice más que todo lo que hablamos. O que los actos hablan más que lo que expresamos.
Las palabras son letras unidas vacías de significado que se pierden en el viento. Pero, cobran sentido con los sentimientos que transmitimos a través de ellas.
Todos necesitamos escribir para recordar, para contar aquéllo que más nos cuesta decir a la cara o, simplemente, para hacer verdadero el pensamiento que tanto tratamos de evitar.
En definitiva, las palabras son las herramientas de las que dispone el ser humano para dejarse conocer o, lo que es más importante, para conocerse así mismo.