jueves, 30 de octubre de 2014

LOVE

No hay mejor amanecer que el del sol reflejado en tu mirada,
ni mejor besayuno que el de tus ojos café.
Me da igual que se quejen las estrellas si ya no las observo por la noche.
Prefiero contemplar tu cuerpo bajo las sábanas y el juego de nuestros reflejos en la pared.
Quiero perderme de nuevo al contar tus lunares y,
encontrarme recorriendo con mis manos tu piel.
Que, sonrías mientras me besas. A eso, lo llamo placer.
Y, que yo sea la causa de tu sonrisa, es lo mejor que puede haber.
Que me haces feliz todo el mundo lo sabe.
Pero, nadie se imagina cuánto te puedo llegar a querer.

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